FRAGMENTOS PARA UNA DAMA

Mesilla. Copyright foto: Teresa Morales 
Habla la Blixen del mundo de los sueños en su libro Sombras en la hierba. Y nos adentra en sus reflexiones vitales, sus anhelos y sus nostalgias. A veces, decía, deseando que llegara la noche porque los sueños eran, para ella, una realidad más pura y vívida que aquella con la que tenía que lidiar a lo largo de las horas en las que la luz del sol o la quietud de las nubes gobiernan el mundo. Me sonríe, desde la portada de esa edición maravillosa de sus Cartas dede Dinamarca, y me anima a escribir. Retándome, siempre. A sacar lo mejor de mí o, simplemente, a dibujar sobre este lienzo blanco virtual el cuadro de las emociones y las enseñanzas. 
Hoy no hay más cuento que aquel fragmento que la serenidad inspiró para que las palabras que brotan en la fuente del centro de mi ser sirvieran de estímulo para alguien. "Que todo lo que motive tus acciones, tus decisiones, tus pasos en la vida, sea el amor y la intención mental de crear el máximo beneficio posible. Sin esfuerzos. Ya sabes el refrán castellano: El hombre propone, y Dios dispone. No es que tengas que hacer, hacer, hacer... Es una cuestión de actitud y predisposición de ser un canal para que todo a tu alrededor fluya en positivo. No la vida para ti, sino tú para la vida. Y la vida, entonces, es cuando suele acogerte en su regazo con un mimo dulce  y tranquilizador."
Blixen, ahora que ve que algo ya he escrito, aunque no llegue a ser un gran cuento, sigue sonriendo, con mueca sabia. Cruzada de brazos. Ceja levantada y una mirada que habla de infinitud. O, sencillamente, de plenitud perfecta. No la vida para mí, sino yo para la vida. Y la vida, entonces, es cuando suele acogerme en su regazo con un mimo dulce y tranquilizador, de cálidos silencios, pausadas lecturas y agradecida existencia.