LA VIDA SIN TI

Llegando a Ávila. Copyright foto: Teresa Morales 
Ignoro si te has ido triste o contenta. Agitada o en calma. Ignoro si atisbabas lo que ocurriría tal día como hoy, creo que de madrugada. No sé. Ignoro si llegaste a ver, como visionaria, que se acabarían los días, las horas, los minutos, como así ha sido hoy. Pero desde aquí, con la imagen del cielo que me trajo a Ávila ayer, te mando una sonrisa. De las tantas que tú devolvías o adelantabas. Y mi agradecimiento al valor que siempre aprecié en ti. Tal vez estos dos sencillos tesoros te puedan acompañar en tu caminar hacia mundos más luminosos. Que sean un buen guía, y te abran las puertas para un renacer espléndido, alegre y lleno de plenitud. Me acercaré mañana para darte el último adiós. Y sí, lo sé. Después, en cuanto pueda, te llevaré flores como, creo, me has hecho prometer. 
Que tengas buen viaje, María.  Que tengas un precioso y esperanzador viaje hacia un cielo mágico como el de ayer.