
En 1270, una princesa, Ingrid de Suecia, reunió a parte de su corte de jóvenes y nobles damas y se fue con ellas hasta Santiago de Compostela. Lo hizo a pie, como una peregrina, y regresó a su país de la misma forma. Una valiente. Durante los últimos años, el proyecto Oikoten de una institución belga que trabaja en centros tutelados de menores, acompaña a parte de estos jóvenes a hacer el Camino. “Cuando llegan al final, a la plaza de Obradoiro, estos menores reciben algo que nunca han tenido: el aplauso de su familia, el de los amigos, la institución que les ha acogido, el de los jueces y el de la sociedad”, dicen los monitores. Unos héroes. Pero antes de la primera, entre los segundos y a todas horas, el Camino de Santiago ha estado repleto de historias personales, escritas con las palabras tesón, lucha, esfuerzo, cambio y liberación. Peregrinas por el Camino de Santiago es un libro que recoge estas experiencias y del que me siento muy orgullosa. La investigación y coordinación que he realizado junto con la labor de dirección de Pilar Tejera, directora del portal Mujeres Viajeras, ha dado como resultado un libro donde varias peregrinas hablan de sus experiencias. Alexandra Panayotou, atleta griega que lo hizo corriendo con el fin de recaudar fondos para causas humanitarias; Ana Lilia, Mapi o Petronela, presas en un Centro Penitenciario y peregrinas en libertad durante unos días; Elyn Feinberg, estudiosa del Camino antes y después de padecer cáncer son sólo algunas de estas mujeres que nos llevan de la mano hacia un viaje interior. Una aventura personal escrita por senderos de tierra, veredas, bosques, llanuras, carreteras que no son más que un símil de los vaivenes de la vida. Un recorrido por cientos (o miles) de kilómetros donde la conexión con los peregrinos que han pasado antes, a través de los siglos, transforma la visión real de la vida. Un camino por el que se dejan cosas y se encuentran otras. Un trayecto que confirma la parte positiva de la vida. Que te descubre el lado más amable, generoso y compasivo. Un viaje hacia el interior de cada uno donde la energía y la sabiduría se renuevan y expanden. "Resulta difícil condensar en unas páginas algo que cambió mi vida, algo que me hizo sufrir más que nunca, algo que tuve que afrontar casi sola. Cada día, cada noche, cada kilómetro era una lección. Las noches eran casi peores que los días. Mi descanso era escaso y mi sueño era inquieto por los dolores. Viajaba en mi cabeza, valoraba mi vida y lo que tenía. Mientras pasaban los días reviví momentos, evaluaba mis valores y, casi sin pensar, definía lo que quería para mí". Alexandra Panayotou.
A todas las peregrinas que me han ayudado y han colaborado con sus testimonios en este libro, gracias. Y a Pilar, sin cuyo empuje, fuerza y motivación no hubiéramos conseguido transmitir los sentimientos y la pasión de todas estas mujeres andariegas.
Peregrinas por el Camino de Santiago, Editorial Casiopea. www.mujeresviajeras.com