Detalle. Melbourne. Copyright foto: Teresa Morales
Fidel Castro pregunta, irónicamente, si la OTAN no va a bombardear Madrid para controlar a las masas de “indignados” que se han concentrado en la Puerta del Sol. Y sonrío. Mejor dicho, me río a carcajadas. ¡Brillante! No entraré en cuestiones políticas (no sea que a mí también me cierren el blog por escribir en periodo de reflexión), sino en las más humanas y curiosas. Ayer leí en El País que una joven relataba su experiencia en la plataforma del 15-M. Decía algo así como que ella había ido a ligar y, de pronto, se encontró detrás de una de las barras improvisadas ayudando y sirviendo bocadillos a los acampados. Lo magnífico de la cuestión no es su amabilidad, sino su astucia para detectar el lugar perfecto donde encontrar una presa que rellenara su vida sentimental. Estoy segura de que durante estos cinco días, de la Lost Generation surgirá alguna que otra pareja que, en el tiempo, se mantendrá estable, recordará la batalla y dará paso a la Hope Generation. Porque, siempre, después de una crisis viene un momento de gloria.