Bambú. Copyright foto: Teresa Morales
Ramiro conservó siempre el recuerdo de ciertos instantes en que, caminando con ella por el sendero del verde laberinto osó pasarle el brazo sobre el cuello…
Ramiro conservó siempre el recuerdo de ciertos instantes en que, caminando con ella por el sendero del verde laberinto osó pasarle el brazo sobre el cuello…
Mi
abuela sentía predilección por esta frase de aquella historia. La razón no
tenía que ver con un gesto que le evocara los inicios del noviazgo con mi
abuelo, sino por ese pronombre “ella”. “Quienes conocen las aventuras de Ramiro
saben de quién se trata, pero los que no podrían pensar que “ella” no era necesariamente
una amante”, decía. “¿Y si lo que él recordaba era la tensión de acercarse a
una mujer, ya fuera su hermana o su madre, con el fin de reconciliarse y no con
el propósito de una conquista amorosa?, preguntaba retándome. Yo procuraba
diseñar una respuesta original. “Abuela, si hubiera sido así, Ramiro hubiera
recordado el sublime instante en que la sonrisa de ella iluminó aquel laberinto
y no los nervios previos a la posibilidad de que le dieran un guantazo”. Ella
reía a carcajadas dejándome el recuerdo de aquellas bonitas historias de
caballeros.
Relato presentado al Concurso de Escritura Rápida. Ciudad de Ávila.
Relato presentado al Concurso de Escritura Rápida. Ciudad de Ávila.